Change language

miércoles, 16 de julio de 2014

Mi gran error

No fue hasta hoy, un día muy importante en el transcurso de mi vida, que me di cuenta de la verdadera soledad.
Solía sufrir mi "soledad" a causa de no tener contacto más que con mis padres y unos dos amigos en total, sumado a que ninguno de ellos iba a mi escuela y allí las horas se hacían largas en la espera de volver a casa.
Hoy, cuando mi espíritu creíase en ascenso, recibí el pleno disgusto de notar que los más cercanos a mí, en especial aquellos con quienes comparto sangre, son quienes menos poseen alguna esperanza en mi persona.

¿Tan bajo caí?

Tal vez sea simplemente pasajero, aunque lo dudo debido a su continuidad tan férrea. Sin embargo, al notar esta circunstancia, la fortaleza se hizo más presente que nunca. Por algún motivo, ya poco importa si la gente que dice quererme es mi principal verdugo, sólo sé que en este mundo, el cariño de verdad es una rareza, y mientras tan escaso sea, sólo podemos contar con nosotros mismos. Somos nuestros mejores amigos, hermanos y defensores.

No hay comentarios:

Publicar un comentario