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lunes, 30 de noviembre de 2015

El extremo crímen de combinar tus tonos con los míos, de hacer de tus vibraciones mi movimiento y respirar al compás de tus suspiros.

sábado, 28 de noviembre de 2015

Nosotros y nosotras

Somos piedras que talla el tiempo, con sus severos martillos y suaves cepillos. Siempre inescrutables sus ideas de armonía, con la que intenta dotarnos, nos vemos incapaces de saber cuándo y especialmente dónde será el próximo toque de este artista inefable.

jueves, 19 de noviembre de 2015

Fueza para crecer

Infiero, saco conclusiones, entiendo,
supogo, tenso y distiendo.
¿Qué hace falta para crecer?
¿Qué necesito par ser?

Los árboles me enseñan a endurecer la corteza,
porque estando verde, se pierde la certeza
de crecer y mantenerse con entereza.

Me gustaría solo llorar por mí,
tener riendas para conducir esa emoción,
que nace adentro, y me borra la razón.

Me gustaría entender qué hago aquí,
cuando el mundo me invita a la desazón,
cuando, a su vez, me regala una ilusión.

Pienso que la madurez llega a cuentagotas,
creo que toma un tiempo hasta ponerse las botas.
Sé que algún día voy a llegar a ser,
ese que tuvo la fuerza para crecer.

lunes, 16 de noviembre de 2015

Después de aquello, ahora.

Este viento que sopló
nos movió, nos elevó,
nos motivó, nos animó.
Y así como vino, ya pasó.

Aquel viento que conocimos,
que vimos, vivimos y sentimos.
Nació con las corrientes marinas,
y llego en alas de hadas bailarinas.

Aquel viento con estrellas,
con nubes, truenos y centellas,
de amores, pleitos y querellas,
de sangre, vida y cosas bellas.

No hubo espacio para otros,
ni humanos, ni aves, ni potros,
cuando ese viento pasó entre nosotros.

Hoy sonríe el alma que recuerda,
de su instrumento vibra la cuerda.
Vive el que lo sueña, vive y recuerda.

Él, que sintió pasar el viento,
bien entiende que no miento,
cuando tomó el sentimiento,
en su silla de oro el asiento,
descubrimos una cara
detrás de la dura vara,
del odio que lo bello para.







sábado, 14 de noviembre de 2015

Te veo como yéndote

Veo mi propio camino en frente,
yo lo construí con decisiones,
con voluntades y llanto efervescente,
con impulsos de alegrías y lesiones.

Mi camino es fecundo en piedras,
lleno de espinas y venenosas hiedras,
tan propio como un deseo, un anhelo,
tan de otros como una idea, un recelo.

Sendero angosto y solitario,
tierra de mi alma,
de mi cuerpo el sudario,
de mi mente la calma.

Mío y de todos, nuevo y antiguo.
Tuyo, de él y de ella,
sonatas del destino exiguo,
que la vida con la muerte sella.

lunes, 2 de noviembre de 2015

Sine qua non

Un cielo cubierto de nubes. La presión aumenta, los huesos se resienten y la carne intenta adaptarse a la locura.
¿Habrá alguna salida marcada para nosotros? 
Sólo verte me apena. Tu resistencia es proverbial, pero no entiendo por qué deberías seguir así, por qué esto te obliga a resistir. Somos carne del mismo alma, somos alma del mismo espíritu. Pero yo no sufro, no más. Solo me resquebraja verte así, sentirte al borde de la muerte, como yo en tu tiempo. Mis relojes se detienen, hace tiempo dejaron de girar. Respirá y movete con las ondas del agua. 
Cuando logres llegar a mí, seremos uno otra vez.