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jueves, 30 de julio de 2020

Frecuencia

A favor del tiempo y de la vida,
a favor de la lucha resistida.
Así las cosas encuentran su lugar,
así, dejamos de odiar y de amar.

El perdón abre las puertas de la paz,
y sólo de perdonar es capaz,
aquel que descubre los arcanos
que se develan al tender las manos.

Las vejaciones y profundas heridas,
lo mismo que nuestras almas partidas,
se mezclan y en el aire se disuelven.
Años de llanto, al instante se resuelven.

Somos más sabios, más enteros.
Somos más fuertes y sinceros.
El cuerpo elimina los venenos,
cada día, duele un poco menos.



miércoles, 22 de julio de 2020

Hoy, como muchísimos días, he vuelto a encontrarme con las silencios hablados que han sido astrolabio de un viaje que, admito, no terminará sino con el ocaso de la consciencia terrestre.
Repaso el camino que me ha traído hasta aquí y me reconozco artífice casi único, conciente de cada vez que he sembrado lavandas, y me he frustrado del violeta. 
¿Quién fui, y quien soy? 
¿Somos dos o más entidades gobernando un único destino, una única materia corporal? (cf. Marcos 5:9)
¿Puede solo el panta rei describir mis desencuentros?
Así, nuevamente, ha transcurrido otro silencio hablado, divagante e inquisidor, suave y penetrante. 
Soy quien he construído, iré a donde mis propias manos pavimenten el camino: Será bajo el gobierno de éste u otro Juan. Será el resultado una amalgama de voluntades.
No lo querría de otra forma.


lunes, 20 de julio de 2020

Texto 1

Cuando nuestras manos estén atadas,
y nuestra piel en llamas,
sabré que seremos luz antes que cenizas.

Cuando las mentiras venden nuestros ojos,
y nuestra vista nos engañe,
veré hacia adentro y el camino se revelará.

Cuando los estentóreos chirridos no me dejen oír,
y exploten mis oídos en silencio,
me deleitaré con las melodías del silencio.
Callaré con brazos de plata a esos demonios,
que se esconden tras las esquinas, y detrás de vos.
Les pondré la soga en el cuello y contaré hasta tres,
cerraré entonces los ojos, oídos y piel.
Seguiré el sendero que marca el mapa del espejo.
Y entonces las sombras de mi mente,
las voces detrás de la puerta,
las risas debajo de la cama,
se habrán marchado.