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domingo, 26 de noviembre de 2017

прочность

Gracias, atmósfera sagrada, por darme aire durante mi asfixia. Por instruirme a pensar distinto cuando los patrones dogmáticos de la realidad me atormentaban y apresaban, gracias por la locura y el delirio que me han permitido pensar que otro camino puede ser posible e incluso más viable que ese que la propia realidad postula como indicado para todos.
He trascendido una vez más, encontrándome en el fango de las derrotas y cubierto del oro de las victorias. Zigzagueando en una ruta que pasa por cielo e infierno sin un segundo de éstasis en la tierra firme, allí donde se puede pensar con claridad.