Change language

sábado, 24 de agosto de 2013

Lizette, agonía.

Verborragia...
El fin pudo esperar, tal vez si se le hubiese tenido paciencia, la detrucción de impacto pudo haber tomado otra dirección y quizás no existir como la conozco. A esperar que la desolación tomase fruto, y no fuese otra frustración en el anaquel. Dolores que vienen y van, viejas heridas, y otras nuevas. 
La vida como un camino transitado por el desden y el desprecio que como gotas de lluvia nublan mis ojos con sublimes lágrimas, la esperanza, como única luz de guía.
Para saber si seguir, para saber por qué luchar, para darle sentido a todo lo que hago, para eso sólo hace falta tener un objetivo. Quizás acabo de notar que ese objetivo es algo que acabo de perder. Y si no hay objetivo, no habrá fuerza que me mueva por el camino. ¿Debo dar aquí por finalizada mi senda? Lizette, quien existió fervorosa, tal vez caiga en manos del sacro descanso eterno. Luxcet seguirá, así como todos. Pero no hemos de olvidar... tal vez esto sólo sea más, ver-bo-rra-gia.