Tiempo, destruyes y levantas imperios,
tiempo que, indulgente, borras penas.
Creas alabanzas e improperios,
todo lo vacías y todo lo llenas.
Invariable Cronos, titán de titanes,
a Ti elevo mis desesperadas plegarias:
Salvame, librame de mis volcanes,
haz volar mi alma como bellas canarias.
Remueve las penurias y la humillación,
esas doctas emanaciones de mi pasión.
Oh, hija del Sol que también moras la luna.
¿Ya no existe esperanza alguna?
Cerraré, entonces, mis puertas,
ya no volverán a abrirse.
Deberán secarse fuentes y huertas,
ya que las esperanzas van a morirse.
Te libero para encerrarme,
te despido para marcharme.