Change language

miércoles, 14 de julio de 2021

 De los pocos momentos que quedan para pensar, elijo tomar aquellos que me recuerden de qué sirve seguir. Fuera virtud o maldición cargar con este desasosiego, con este mandato interior que me empuja a la búsqueda del ser y el hacer que tanto me ha cobrado, pero tanto también ha sido el don. 

A veces es invisible, a veces demasiado evidente. Y en tales contradicciones se mece el barco que me lleva a mi puerto. Quizás me hace falta abrir los ojos para abrazar el todo y, gracias a la pasión de Baco, de vez en cuando vislumbro entre la conmoción aquellos destellos, sepultados en mi piel desde la tierna infancia. 

Fui bendecido con el dolor que inflama y reconstruye, con la constante herida que debe cicatrizar, fui bendecido con el amor de quien toma mi mano, aún sin estar acá, ni ahora. 

Vivo en las fantasías de elucubrar futuros y repensar pasados. Desconozco cual de aquellas es más imposible, pero ahora entiendo el significado de las quimeras.