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domingo, 29 de marzo de 2015

Dejar el pensamiento a merced del río que corre, verlo desaparecer tras la catarata, para que luego se junte con el océano.

viernes, 27 de marzo de 2015

Mi Azul

Mi Azul, mi amada Azul.
Dulce, terrible y divina Azul,
aún te veo al cerrar mis ojos,
estás ahí, riendo vivaz, llena de vida.
Mi Azul... ya no puedo vivir sin vos.

Cada euforia, bellos y vivos éxitos,
así como aquellos lúgubres fracasos,
todo es tu semblante, tu memoria.
Mi Azul... ¿Ya nunca volverás?
Viviendo para combatir tu ausencia,
existiendo para olvidar tu adiós.

De repente decidiste marchar,
juntar tu perfume, tu voz,
y hacia otro puerto navegar.
Mi Azul... te sepo mi existencia.
Fiel centinela o cuan sagrada penitencia
Así te espero, mi Azul,
mi bien, mi aire, mi luz.

domingo, 22 de marzo de 2015

Muerte y resurrección: Bodas de Negro

Una pequeña piedra esperanzada.
¡Ay, infieles atrevidos! 
¡Ay, impíos consentidos! 
Ay de una tierra de vidas avanzadas.

Muere el que ama, muere el que amó, 
¡Ay por la desdicha ciega!
¡Ay por el que su carga niega! 
Lloran aquellos a quien Afrodita clamó.

Tres días tras la muerte y el sepelio,
la roca se movió, ay dulce Helio,
iluminan tus rayos mi consciencia 
en la noche más oscura de la ciencia.

¡Ay, hijos que lloran afligidos! 
¡Ustedes son los elegidos!
Reencarnad en gruesas pieles,
sonreíd bajo las nuevas mieles. 

Nota: Aún te espero. 


sábado, 21 de marzo de 2015

Sanagui II

Mis alas serán el recuerdo de mi dolor,
esa es la moraleja de la crisálida.
El esfuerzo, disciplina y extremo calor,
borraran las palabras válidas. 

Volaré con felicidad completa, 
seré libre con mi alma repleta,
y tu nombre será el recuerdo
de que en vida gano y pierdo.

He desangrado tu memoria,
reduciendo alma y cuerpo a escoria.
Morí cien veces al cerrar tu puerta,
y mi alma vivió, cien veces muerta.


viernes, 20 de marzo de 2015

Sanagui

Una crisálida es mi prisión,
hilos e hilos cargados de tensión.
Mi cuerpo sufre, mi cuerpo soporta,
pensamientos oscuros y de onda corta.

El sol era hermoso y brillante,
ahora es un fastidio hartante.
Mi vida es un callejón estrecho,
desposeído, con nada en el pecho.

Mis fuerzas merman a cada luna,
y mi crisálida no da señal ninguna,
de ceder o mostrar una fisura.
Arde el horror y la cruel censura.

Sueño con librarme del martirio,
corromper este destino,
terminar con el delirio.



miércoles, 11 de marzo de 2015

El diario del Invitado I

Somos verdades encerradas en frascos de mentiras, facetas plásticas de un compuesto superior.
Nuestra verdad es un niño asustado que muchos artistas logran describir por nosotros. Nos identifican y nos sentimos felices, siempre luchando por liberarnos, y cada día más encerrados. 

martes, 3 de marzo de 2015

Sofía

El brillo era diferente aquella vez,
como la misma persona, en otra tez.

Descubrí el grito aturdido en un silencio.

Tus pueriles ojos emitían culpa,
temor, pena, u otra penosa tulpa.

Sólo paroxismos que presencio.

Temías mi alma
el resplandor te cegaba.
Me quitaba y me daba,
gloria, alimento y calma.

domingo, 1 de marzo de 2015

Lourdes

Regueros de vida, campos de plata.
Una medida, y de a poco te mata,
presa mi consciencia de los errores,
que me entregaron, vencido, a los horrores.

Ingrávido un pensamiento en el vacío,
una galaxia, una estrella y tu nombre.
La infinidad, el delirio de rosa y rocío,
por último la carga y el paso de hombre.

Proverbial tu voz en mis oídos,
como solemnes tus sueños encerrados.
Una búsqueda que termina en punto,
amusicalmente un redoble, en oídos encerados.

Gabriela

Misterio, el hechizo, veneno de serpiente,
convirtiendo mi corazón en otro recipiente
para las pócimas que exhala tu inconstancia,
como una vida carente de importancia.

Estamos atados y valemos poco,
unos ojos encerrando tu melancolía
sólo me recuerdan que estoy loco.
Estamos atados, y yo volvería.

Tus palabras destilaban tus venenos,
crueles, hipócritas alquimias de alquenos.
Me querías y me dejaste perdido,
yo te quería y me fui desvaído.


Yasmín

Mi vida se va por un hilo,
tus palabras, motivo de mi vilo.
¿Cuánto más durará tu poder,
indiscutible e imperial, sin ceder?

Sucedo entre tus latidos,
existís en cada respiración,
de nuestros espíritus embutidos,
sufriendo nuestra separación.

Mi sangre es tuya por derecho,
en tus manos yacen mis hilos
cuan marioneta, siervo y hecho,
causa de mis causas, vela y pabilos