Mi vida se va por un hilo,
tus palabras, motivo de mi vilo.
¿Cuánto más durará tu poder,
indiscutible e imperial, sin ceder?
Sucedo entre tus latidos,
existís en cada respiración,
de nuestros espíritus embutidos,
sufriendo nuestra separación.
Mi sangre es tuya por derecho,
en tus manos yacen mis hilos
cuan marioneta, siervo y hecho,
causa de mis causas, vela y pabilos
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