Misterio, el hechizo, veneno de serpiente,
convirtiendo mi corazón en otro recipiente
para las pócimas que exhala tu inconstancia,
como una vida carente de importancia.
Estamos atados y valemos poco,
unos ojos encerrando tu melancolía
sólo me recuerdan que estoy loco.
Estamos atados, y yo volvería.
Tus palabras destilaban tus venenos,
crueles, hipócritas alquimias de alquenos.
Me querías y me dejaste perdido,
yo te quería y me fui desvaído.
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