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viernes, 26 de mayo de 2017

In noche

¿Cuándo tus pasos se han detenido por la negligencia de los que aman poco?
¿Cuándo les quemaron los gélidos signos de la indiferencia?
Sólo han encontrado reposo en las caídas, para seguir marchando.

Elevá tu mirada al cielo y prestá atención a la Ley que claman las estrellas:

Aparta tu alma, mas no tu calor. Aparta tu mente, mas no tu cuerpo. Aparta tu corazón, mas no tu entrega. Aparta tu sentimiento, mas no tu emoción. 

Así han hablado, y las escuchaste. Sembraste indiferencia sobre indiferencia y mataste tus ideales de transformar el mundo en pos del dolor. Permitiste que el mundo gire, pero has impuesto el peso de la gravedad sobre los hombros que conociste. ¿Sos entonces aquel a quien buscan mis plegarias?

No me uno. Me dualizo. Seamos dobles por el invierno.

domingo, 14 de mayo de 2017

Surgimiento

De repente, aquel velo de polvo que mantenía estos espacios separados del aire se levanta, forma un remolino y se mantiene suspendido en el ambiente que ahora lo ataca con rayos de luz.
He vuelto tras la partida que no esperé, con nuevas enseñanzas recogidas de algunos encuentros que no hubiese imaginado tan profundos.
En primer lugar, descubrí con asombro mi oscuridad al enfrentarme a la luz, miré lo sombrío y frío de mi alma tras abrazarme al calor y la simpatía de las almas de aquellos cuyos senderos han sido fieles albañiles de una personalidad encantadora. Luego me sentí morir, abrumado por la negligencia de mi carácter e impericia en esos instantes que a uno lo llaman para servir en el deber divino de amar.
Ya en el final de la línea histórica que se corta en el presente, pude encontrarme con mi vida en el banquillo de los acusados, con mi presente saliendo de prisión, y mi futuro esbozando una sonrisa entre el público, misteriosa e impredecible como siempre. El juicio lo lleva a cabo mi espíritu -mi razón, para aquellos no tan celestes-, quien habiendo encontrado el pecado en el camino que recorría seguro, se ofrece presto a remover los viejos parásitos que me acosan desde adentro, aunque sabe que no será un trabajo fácil ni veloz.
Decidí abrazarme y abrazar la enseñanza que me ofrecen el tiempo y lugar en los que existo, decido con fidelidad a mi palabra reconstruirme desde los cimientos, bajando los brazos sólo para tomar un nuevo ladrillo.