Tras las abrumadoras visiones, se presenta un hado de esperanza entre los horóscopos del cielo: Pronto me iré más allá del horizonte y mi vida comenzará de nuevo desde cero, y tras la llegada de la esperanza, analgésico más fuerte de la soledad y el desarraigo, la oscuridad comienza a ceder al impulso de vivir. Otra vez corre sangre por mis venas.
¿Cuánto pasará antes de que se vuelva a congelar?
No es importante. Todo y nada es importante. Cierro los ojos, respiro hondo, vuelo con la corriente del viento.
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