Change language

viernes, 18 de octubre de 2019

Lentamente

Hay situaciones que obligan a abrir aún más la herida para retirar de adentro toda aquella putrefacción que se almacene.
Seguirá doliendo, pero sabremos que el curso natural de la vida cicatrizará las fisuras, que usaremos tutores y muletas para caminar, pero que pronto serán nuestros pies suficientes como antaño e iremos a donde les ordenemos ir.

Por primera vez, estoy listo para decir adiós. Para que por lágrimas y gritos de dolor se drene aquel material pútrido que injuria mi alma. Para abrazar el mañana y amar mi presente.
Estoy listo para abrir los ojos, y ordenar mi casa. Dejar entrar el sol y la lluvia, el viento y el ruido de la calle, el canto de las aves y los energúmenos insectos. 
Que se lleven mi pena y los recuerdos, y que los traigan alguna noche de velas encendidas.
Pondré en mis manos la rosa y el jazmín, pondré el latido y el suspiro.
Todo será distinto.
Estoy listo para decir adiós, lentamente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario