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martes, 6 de mayo de 2014

Destilados de la inspiración

Supongamos que una piedra cae libremente desde la palma, ubicada a 40m del suelo, de un joven niño que inconscientemente subió a un tarima de dicha altura. De esa forma, determinamos que para subir a una tarima de cuarenta metros de forma inconsciente el joven niño seguramente estaría bajo los efectos de algún narcótico, y que la velocidad con la que llega al piso sería aproximadamente de 784m/s a razón de:

 Vf =  √(Vo)²+2.h.g
= 0 + 2x40mx9,8m/s²
Vf = 784m/s

Siendo que parte del reposo (oh, suave reposo) de la palma del niño, comienza con una velocidad de 0m/s. Más claro echale agua.

 La cuestión a todo esto, reside en reflexionar un poco en lo que acaba de suceder y trabajar el elegante y subestimadolado en el que vive el inconsciente colectivo de la mente humana. Si pensamos que acabamos de preocuparnos por la velocidad en la que viajaría una piedra en lugar de alertarnos por la presencia de un niño en alturas tan elevadas y jugando en el borde de una tarima, cabe preguntarnos ¿Quién nos robó el corazón? Tal vez, y solo tal vez, haya sido tu vieja.


 Ahora, retomando el hilo que nunca comencé, diré que lo bueno está por venir, buena vida para todos y un próspero día de la Bandera.

2 comentarios:

  1. Debo decir que la física me atrae, así que dejé completamente de lado al niño. Ahora me siento una persona desnaturalizada. Pero se me pasó cuando dí de comer a tus peces. Saludos, y bendiciones >.<

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    1. Alimentar a los peces limpiará todas las impurezas de tu consciencia Dani... jajaja. Saludos y bendiciones!

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