¿Por qué tengo la certeza,
la seguridad, la entereza,
de que no vas a llegar?
Nadie me lo dijo
Sólo una pena quiero alargar
atarme a la esperanza elijo
como un barco suelto en el mar.
Tu contorno ya es sombra
lúgubre recuerdo del adiós
y yo con mi vida que sobra,
soy existencia que abandonó Dios.
Tu sonrisa sigue presentándose
tan pura, cálida y despreocupada,
tu alma llena de gozo, dándose
a la vida, como a la vaina la espada.
Y tu recuerdo me castiga
hermosas visiones con que me hostiga.
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