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martes, 25 de junio de 2013

El concepto de mi. Mi alma y yo

Mi alma es una cabaña solitaria entre las montañas, rodeada de flores, donde habita la más grande de la soledades. Las personas vienen, se sienten bien y se retiran, como una obviedad, abandonan la cabaña que sirvióles de hospedaje para su corazón.
Muchas veces me pregunté si el destino de esa cabaña era permanecer así, amigándose y desamigándose del mundo conforme su buena predisposición avanzaba. Sentirse amado, amar, parecía tan fácil. Nadie nunca podría romper ese sello, la cabaña, la casa del alma. Naufragando en mares de abandono y desolación, cayendo en desuso, ardiendo en el infierno.
Mi alma son dos, aquellas dos personas que viven en la cabaña.
El primero, un joven alegre, fuerte y vigoroso cuya impecable carisma y personalidad significa la atracción principal de aquellos que visitan la morada.
El otro, un enfermo y débil acólito del dolor, un yugo constante a la pasión desatada, el hielo que apaga el fuego, o el fuego que evapora las aguas.
Los visitantes vienen, el primero se levanta, los recibe. El otro mira desde atrás.
Los visitantes pasan, se sirven, se sienten satisfechos y se retiran. El primero finje no importarle, el otro arde en dolor, pero ambos se refugian de nuevo en la cabaña, el invierno se acerca, a nadie parece importarle.
- ¿Duele verdad? - Le dijo el primero al otro - Que a ninguno de nuestros recibidos les importe lo que suceda contigo y con esta casucha.
El otro solo esconde su cabeza.
El primero siguió - Soy yo, lo único que hemos sido y pudimos ser. - Ocultaba su dolor con palabras crueles, pues si el primero se mostraba dolido, ya nadie visitaría la cabaña y el invierno sería duro.
El amor, el odio, la ira y la bondad, todo se acumula en el otro. Los sentimientos del primero son una banal superficialidad, eso lo hace atractivo y hermoso.
El otro sufre, el otro cae y cae en un abismo sin control, nadie lo conoce, solo hay quien lo vió pasar mientras se hospedaba en la cabaña, sin siquiera preguntarse por él.
- Lo valioso está en lo oculto - Sentenció el otro a espaldas del primero. - Lo bello está en lo que no se conoce o en las cosas desconocidas que aprendimos a querer.
Sin embargo pocos pueden apreciar la belleza que se esconde tras la carne, ver las formas del alma y deleitarse como quien escucha su canción favorita. (por no decir nadie, pero conservo las esperanzas de que aún, alguien que no conozco, o alguien que conozco y no lo haya demostrado, pueda hacerlo) El mundo es uno, la vida es una y la vida es aprender, la vida es construir y destruir. La vida es ver y dejar ver.
El otro sale de la cabaña, aspira el aire fresco de montaña. Su cuerpo se desintoxica con cada brisa de cariño, pero vuelve a la cabaña, a ese rincón oscuro de ella y su cuerpo vuelve a pudrirse.
- ¡¡QUIERANME!! - Vocifera en llanto el otro desde su oculta habitación. El primero lo encierra y finge que todo está bien con una gran y luminosa sonrisa.
- Amigos míos ¡La cena está servida! - Anuncia con alegría el primero, todos se sientan a consumir, a seguir absorbiendo sin miramientos, luego se levantan dejando los platos sucios y se retiran a disfrutar de la noche.

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