Lentamente camino al olvido
lentamente, destino querido.
Fuiste castillo entre chozas,
fuiste un mosaico de lozas.
Tu barro es fiel reflejo,
tu suciedad un azulejo.
Pusiste insomnio y delirio,
en noches sin alivio.
Tomé tu mano en el desierto,
pensando que íbamos al oasis,
me dejaste en lo incierto,
cruel e inmunda homeostasis.
No hay comentarios:
Publicar un comentario