Se percibe el Aureo resplandor,
surgiendo entre los bosques,
renacen las flores de colores y candor,
se vuelven líquido los macizos bloques.
Al fin mi alma encuentra reposo,
ya el delirio abandonó su acoso,
ya el corazón calló, insidioso.
Amor de alas livianas, y efímero efecto,
ilusiones y fantasías de cuerpo perfecto.
Cuanto pagamos por la sinrazón,
cuanto sufrimos por el corazón.
Las flores se abren con el sol,
cada amanecer es un despertar.
Es momento de secar el dolor,
y nuevamente mirar a color.
Ya no existen los grises,
quiero todo con nuevos matices.
Floret silva nobilis.
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